¿Las pregunticas se pueden hacer, verdad?

Muchos -yo uno- nos lamentamos de la corrupción que ya pareciera ser parte de la cultura social que hasta ha “legitimado” porcentajes para que, de los contratos públicos, se destinen cifras de entre el 15 y el 20% a “mediadores, tramitadores, facilitadores” cuyo único aporte es el aceitamiento de las partes de la cadena estructural de ese carma criminal apostado en nuestro estado. Eso a nivel nacional, sin desconocer que también el sector privado contribuye a ese fortalecimiento delictivo.

Ya pasó una consulta popular, que así no hubiera conseguido el número mínimo de votos para ser legal, sí envió un mensaje claro del desprecio que en la sociedad causan personas que lleguen a lo público a robar, y quedó la sensación de que el mandato popular hubiera sido dirigido solo a lo nacional, es decir, congreso, ministerios, altas cortes, y resulta que no, que también los departamentos y municipios son destinatarios directos después de aquella jornada democrática del 27 de agosto.

A 14 meses de elegir un nuevo contingente de gobernadores, asambleas, alcaldes y concejos, ya comienza ese ambiente de calentamiento de aspiraciones para suplir esas vacantes a partir de enero de 2020, y surgen entonces algunos interrogantes que sería bueno que muchos empezaran a responder:

1. ¿Siendo los partidos políticos, avaladores, qué requisitos van a exigir a quienes aspiren a representarlos en la contienda?…¿serán esos partidos corresponsables con el gobernador, diputado, alcalde o concejal que la embarre por hechos de corrupción?
2. Será mucho pedirles a los candidatos que presenten públicamente su declaración de renta vigente, sus antecedentes judiciales, disciplinarios, y

también su paz y salvo con la entidad territorial para la que propongan su nombre?. Que yo recuerde, el único que lo hizo, y sin que nadie se lo ordenara fue Juan Gómez Martínez en 1988 para la Alcaldía de Medellín.

3. Si la ya popular “mermelada” de TODOS los gobiernos con el congreso ha sido rechazada, hasta qué punto estarán gobernadores y alcaldes renunciando a untarla a sus asambleas y concejos? Es que ya hizo carrera que nombramiento de gabinete de una parte, y elección de contralores y personeros de la otra en una misma jugarreta son fiel réplica del delicioso dulce, pero a niveles regionales y locales.
4. ¿Quiénes están dispuestos a fortalecer las veedurías ciudadanas, así en ellas se asienten rivales políticos (que no por ese hecho pierden su calidad de ciudadanos)?
5. ¿Quiénes estarán en disposición de hacer verdaderas jornadas de Rendición de Cuentas de sus acciones y ejecutorias?…hasta ahora apenas hay asomos del famoso “cumplimiento”: cumplo con la norma y miento con la forma.

Preguntas no más, que se le ocurren a uno, algunas veces desde Guanteros, y otras desde Barrancabermeja o Acandí (Chocó).

Ñapa: 249.8 billones de pesos colombianos es el presupuesto general de la nación para 2019. Supóngase que no se le logre torcer el pescuezo a la corrupción, y que se siga en la misma línea denunciada por el Contralor Edgardo Maya, cerrando 2019 tendremos a un poquito más de colombianos más ricos, pues en ese año se apoderarán indebidamente de 50 billones de pesos, es decir, del 19% del presupuesto que yo, tu, él, nosotros, vosotros y ellos alimentamos con los impuestos.

Columna de Norman Mesa Lopera