¿Por qué una asamblea constituyente en la Universidad Tecnológica del Chocó?

¿Por qué una asamblea constituyente en la Universidad Tecnológica del Chocó?

Opinión.

Por: Winner Mosquera Ríos
Docente Universitario
Universidad Tecnológica del Chocó “Diego Luis Córdoba”.

La Universidad Tecnológica del Chocó atraviesa un momento crítico que exige una reflexión profunda sobre su rumbo institucional. Durante décadas, ha sido un pilar fundamental en la región, formando profesionales y contribuyendo al desarrollo social y económico. Sin embargo, la gobernabilidad, la transparencia y la calidad académica han sido puestas en entredicho por diversas problemáticas que afectan su estabilidad. Ante esta situación, surge la necesidad de un mecanismo de transformación estructural que garantice una universidad más participativa, democrática y alineada con los principios de autonomía y excelencia académica.

En 1990, un grupo de estudiantes impulsó la iniciativa de la Séptima Papeleta y, sin atenerse a ninguna disposición constitucional o legal, generó un hecho político que llevó al gobierno a convocar un plebiscito para consultar al pueblo sobre la conveniencia de una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución. Más allá de las consideraciones jurídicas, se impuso la idea de que el constituyente primario es el pueblo, es decir, todos los miembros de la sociedad que buscan establecer un nuevo orden político, jurídico e institucional.

De manera análoga a lo ocurrido en 1990, la Asamblea Universitaria Constituyente representa un mecanismo de participación democrática e incluyente dentro de la comunidad universitaria. Su objetivo es permitir la participación activa de todos los estamentos que conforman la vida institucional: docentes, estudiantes, personal administrativo y la sociedad en general. En los últimos años, universidades públicas como la Universidad Nacional, la Universidad Distrital, la Universidad de Antioquia y la Universidad del Nariño han recurrido a este mecanismo para superar crisis de gobernabilidad e inestabilidad institucional, logrando generar modelos de vida universitaria más participativos y equitativos.

La construcción de un nuevo modelo universitario requiere un consenso crítico sobre la situación actual de la Universidad, especialmente después de más de seis meses de anormalidad académica declarada por la Multiestamentaria, conformada por organizaciones estudiantiles como ACEU UTCH, Movimiento Estudiantil Transformando Realidades y UTCH Somos Todos, así como por los sindicatos ASPU, SINTRAUNAL, ASEMTRA y SICTH-UTCH. Las presuntas irregularidades administrativas, financieras, laborales y políticoacadémicas han afectado gravemente la prestación del servicio de educación superior en la Universidad Tecnológica del Chocó y han hecho evidente la necesidad de una transformación profunda.

El proceso constituyente universitario debe entenderse como una dinámica colectiva, amplia y deliberativa, organizada por la comunidad universitaria con el fin de establecer un nuevo marco normativo y organizativo que regule la vida institucional. Su meta es superar modelos de gestión académica y administrativa inadecuados, así como los mecanismos que perpetúan la captura de la Universidad por grupos que restringen la autonomía y la democracia en beneficio de intereses particulares. Este proceso busca empoderar a la comunidad universitaria como un actor colectivo en movimiento, capaz de transformar las estructuras responsables de la crisis actual y de reafirmar la educación superior como un derecho fundamental y un bien común.

Ante los recientes acontecimientos en la Universidad Tecnológica del Chocó, la Asamblea Universitaria Constituyente se presenta como el camino más viable para alcanzar un orden justo y garantizar la justicia social dentro de la institución. Este espacio de diálogo y concertación permitirá la implementación de transformaciones institucionales necesarias para la gobernabilidad, el respeto de los derechos humanos de la comunidad académica, la democracia y el fortalecimiento de la calidad académica. Asimismo, debe contribuir a la acreditación institucional y a la consolidación de una Universidad comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, abordando problemas como el cambio climático, la pobreza, el conflicto social y el desempleo desde la investigación y la extensión académica.

La Asamblea Universitaria Constituyente es un proceso de corto, mediano y largo plazo que involucra tanto a los grupos de interés internos como externos de la institución. Dentro de la comunidad académica participan docentes, estudiantes, personal administrativo, exrectores, directivos y miembros de los cuerpos colegiados, mientras que en el ámbito externo se incluyen egresados, padres de familia, actores políticos regionales, agencias del Estado, medios de comunicación, sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil. Este ejercicio debe fomentar la participación activa de la comunidad en la toma de decisiones fundamentales para garantizar la vigencia de la Universidad en los ámbitos científico, cultural y social.

Es prioritario consolidar este esfuerzo institucional en el marco de la autonomía universitaria y la participación democrática en los asuntos públicos, tal como lo establece la Constitución de 1991 en sus artículos 2 y 40. Además, el Acuerdo 02 del 8 de noviembre de 2017, expedido por el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), ofrece lineamientos para mejorar la gobernanza en las instituciones de educación superior, proporcionando un marco regulador clave para la implementación de este proceso.

Con la Asamblea Universitaria Constituyente, el trabajo en equipo y la resiliencia, la Universidad Tecnológica del Chocó tiene la oportunidad de superar la crisis estructural que enfrenta. Este es un momento decisivo que requiere el compromiso de todos los actores de la comunidad universitaria. Es imperativo cerrar filas en torno a este proyecto, que no solo busca rescatar la estabilidad institucional, sino que también aspira a construir una universidad más justa, democrática y comprometida con el bienestar de las generaciones presentes y futuras. La educación superior es un derecho y una herramienta para el progreso colectivo; por ello, su defensa y transformación deben ser una prioridad inaplazable para toda la comunidad.