Columna de Opinión.
Por: Alter Onesis Mosquera.
El 8 de marzo pasado se cumplieron 191 años de la fundación de Istmina cuyo término, se forma de la contracción de las palabras Istmo y Mina, de acuerdo con documentos encontrados en archivos de Quibdó, Istmina y Popayán, han indicado que en 1784 la corona española concedió a título de merced a la señora, María Rosalía Urrutia, de descendencia española sobre el terreno que ella denominó mina de San Juan Evangelista. Ubicada a la margen izquierda del Río San Juan frente a la actual población; predios que actualmente llevan el nombre de Cubis.
Sin embargo, la fundación de nuestro municipio se le otorga al señor Juan Nepomuceno Mosquera, que, en 1834, le denominó Bocas de San Pablo.
Más tarde creció con el nombre de San Pablo, pero fue ley 5 de 1903 emanada del Congreso de la Republica, que cambio el nombre por el de Istmina y la eligió capital de la provincia del San Juan. Istmina que de acuerdo con el censo de 2024 tenía 33,188 habitantes, de los cuales 16,062 eran hombres y 17,126 eran mujeres, es la segunda población en importancia política y comercial en el departamento, sus calles estrechas contrastan con la amplia hospitalidad de su gente que le valió el título de ciudad amable, catalogada así por el Presidente Marco Fidel Suarez en 1921 cuando visitó nuestra localidad en su calidad de Jefe de Estado.
Posteriormente Monseñor Builes dijo que no solo era una ciudad amable, sino acogedora por eso se quedó con el título de “Ciudad Amable y Acogedora”, sin embargo, ha tenido momentos aciagos como varios incendios que padeció y de la violencia que la victimizó a finales de los años 90, pero Istmina ha resistido a esos embates y cada vez se ve más fortalecida aumentando su influencia en la Sub Región del San Juan y el Chocó.
Istmina es la tierra de personajes destacados como Débora Asprilla de Cariuty, María Josefa Guerrero, Manuela Salas, Heladio Mosquera Borja (Magistrado, Senador y Primer alcalde por elección popular), Gumersindo Palacios, Neftaly Mosquera (fundador del colegio San Pablo Industrial), Sergio Mosquera (historiador), Alicia Ríos (Investigadora), Manuel Mena Abadía, Restituto Rojas, Sergio Abadía Arango quien fuera Contralor General de la Nación, Arístides Abadía Bueno, Dominga Guzmán, Josefa Guevara , Antonio Asprilla, Ciriaco Asprilla, Pedro José Rojas, Abrahán Ayala Asprilla, Elida María Dualiby de Naufal, Mary Castillo, Felisa Abadía de Camacho, Salomón Salazar Guzman, Francisco León Orozco, Federico Valdés Lozano, Manuel Mosquera Rivas, Augusto Cicerón Mosquera, Alfonzo Areiza, Moncho Garcés, Andrés Rumie Mosquera, Ilia Calderón Chamat, Manuel Acisclo Córdoba y John Palacios entre otros, algunos ya fallecidos que desde sus talentos, academia y habilidades, con sus defectos y virtudes siempre han buscado dejar en alto el nombre de la población.
Hoy hay varios retos para su desarrollo, la mejora en el servicio de acueducto, la construcción de la circunvalar para darle fluidez al tráfico vehicular no solo de Istmina sino también de los pueblos vecinos, la construcción de la pista de patinaje, el Malecón, el Estadio de la Industrial, la construcción del Hospital de Mediana Complejidad y la Universidad Tecnológica del Chocó, son algunas de las obras que requiere la ciudad amable y acogedora, para continuar con su ritmo de progreso y seguir entonando las notas en voz alta que dice:
Con este mísero porro vengo a Istmina, yo a cantar y dicen los que aquí viven que esta es una gran ciudad, Istmineño soy porque así nací, Istmineño soy y vivo feliz.
Viene Toribio, Picula, Néstor, Alberto, Miguel, Arcadio Gastón y Luis, tocando en el barrio Offel, dicen que Istmina aburre y que es muy aburridor de pronto llega un extraño que pueblo pá amañador, si usted quiere los domingos, lindas chicas ver pasar parece en el Coroco o en el Puente del Hospital, no hay quien a Istmina llegue y se vaya disgustado, porque allí encuentra su servido de anisado, Istmineño soy porque así nací, Istmineño soy y vivo Feliz.