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Opinión

Desafíos urgentes de la dirigencia política chocoana frente a la situación socioeconómica agudizada por el Covid-19

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Desafíos urgentes de la dirigencia política chocoana frente a la situación socioeconómica agudizada por el Covid-19

Por: Winner Mosquera Rios

Magíster en Derecho al Trabajo, Universidad Externado Colombia, Especialista en Derecho al Trabajo y la Seguridad Social, Universidad Libre de Colombia, Especialista en Gobierno, Gestión del Desarrollo Región y Municipal, Universidad Católica de Colombia.

El departamento del Chocó está rodeado por un cúmulo riquezas que embriagan: mares, ríos, flora, fauna y diversidad cultural. En contraste, las comunidades viven altos índices de necesidades básicas insatisfechas. El covid 19 ha profundizado la crisis de la región. Esta situación debe llamar la atención de nuestros líderes, gobernantes, ciudadanos e instituciones de todos los órdenes. Debemos ponernos a reflexionar hoy cuando se abren las inscripciones y se aproximan las elecciones al Congreso de la República. Nuestros dirigentes políticos y gobernantes se ponen a tono para estar a la altura de los retos y responsabilidades o estamos llamados a cargar por el resto de nuestras vidas con inequidades estructurales generadas por la pandemia del Covid 19.

Nuestros gobernantes, dirigentes e instituciones deben ser, el portaestandarte de las reivindicaciones populares, pero la crisis regional-política, producto de la desconfianza, nepotismo, anarquismo, revanchismo, persecuciones y la falta de reconocimiento político nos han apartado de la ruta y del compromiso social para construir el desarrollo que nos permita mejorar la calidad de vida de los más desvalidos.

Es hora de reconocer autocríticamente ante la sociedad, sin atenuantes, que a pesar que hay algunos aportes significativos en el desarrollo de la región por parte de los dirigentes y las luchas cívicas, estamos viviendo una tragedia social. Es hora que la dirigencia política reconozca sus responsabilidades, para así emprender el camino de la rectificación y de la reconciliación con el pueblo chocoano, del cual nos hemos divorciado.

La dirigencia política, gobernantes, al igual que las diferentes fuerzas políticas como el Partido Liberal Colombiano “Movimiento Liberal Cordobista, Partido de Unidad Nacional, Movimiento Lozanista Símbolo de Esperanza, Movimiento de Integración Regional, Partido Cambio Radical y el Partido conservador,  deben asumir mayor responsabilidad y compromiso con nuestra región, en torno a un mejor ejercicio de la política; encaminar una política orientada al desarrollo económico y productivo regional, en momentos claves de la reactivación económica y donde han aflorado problemas sociales y de seguridad ciudadana.

Desafortunadamente, esta dinámica de liderazgo y trabajo político serio, articulado y de unidad para buscar fines comunes por nuestra región, no se ha visto en los últimos años en los diferentes sectores políticos. Por eso, existe pérdida de intereses hacia la clase dirigente y gobernantes, al punto que se ha perdido la ideología de Diego Luis Córdoba, Adán Arriaga, entre otros hombres ilustres, que hoy su legado se mantiene en el tiempo. Los niveles de inseguridad regional y local vienen generando abstención de realizar cualquier actividad relacionada con la política. Por último, el mercadeo y venta de su voto el día electoral, que, en algunos casos, los ciudadanos no terminan sufragando esperando hasta el último momento del cierre de las urnas, quién les ofrece más dinero.

Estos factores por desgracia, han permitido que el ejercicio de la actividad política en el departamento del Chocó vaya en declive, lo cual trae consigo que la sociedad se deteriore al no lograr lo que quiere, es decir, un cambio que beneficie a la comunidad y sus instituciones. Esa es nuestra realidad. En momentos claves como estos nos cuestionamos por qué el Chocó no puede tener líderes políticos que trabajen en beneficio de la región y no por sus intereses. Se requiere a los mejores ahí, Representantes y Senadores que trabajen con los alcaldes, gobernador e instituciones.

Llegó la hora que nuestros líderes políticos nos hablen, de cómo implementar y materializar unidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), desde el Congreso, Concejos, Asambleas, Gobernación, Alcaldía y demás instituciones para poner fin a la pobreza, al hambre, y así lograr seguridad alimentaria, nutrición y promover la agricultura sostenible. Llegó la hora de garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos, en todas las edades; garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad; promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos y todas. Lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas; garantizar la disponibilidad de agua potable para todos; garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos; promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. Construir infraestructura resiliente; promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

La dirigencia política chocoana debe decirnos cómo lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenible. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos celebrados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, efectuar una ordenación sostenible de los bosques, luchar contra la desertificación, detener y revertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible; facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar las alianzas para el desarrollo sostenible.

Este es un sueño que debemos hacer realidad. La ciudadanía chocoana debe reclamarlo de su clase dirigente.

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