La confirmación de la directora del ICBF, Astrid Cáceres, sobre la llegada de dos lanchas a la regional Chocó para facilitar el acceso de los equipos a la zona de los municipios del Bajo, Medio y Alto Baudó, se enmarca en los esfuerzos de la entidad por fortalecer su presencia y la atención integral en esta región de difícil acceso.
Los municipios del Bajo, Medio y Alto Baudó son territorios predominantemente fluviales, lo que dificulta el desplazamiento terrestre. Las lanchas son esenciales para que los equipos de protección y prevención del ICBF puedan llegar a las comunidades más dispersas y vulnerables.
Esta dotación busca mejorar la capacidad de respuesta y la permanencia de los equipos interdisciplinarios (defensores de familia, psicólogos, trabajadores sociales, nutricionistas) del ICBF en la zona.
La atención se centra en:
Garantía de Derechos: Asegurar los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Prevención: Trabajar en la prevención de situaciones que atenten contra el bienestar de las familias, como la desnutrición, el reclutamiento forzado y la violencia.
Articulación con el Nuevo Centro Zonal: La llegada de las lanchas complementa otras acciones del ICBF en la región, como la apertura de un nuevo centro zonal en el Baudó. Este centro zonal busca brindar atención integral a miles de habitantes de la zona.
El ICBF ha priorizado la intervención en el Chocó debido a la alta vulnerabilidad de la niñez y la adolescencia, enfrentando desafíos como:
- Desnutrición Aguda: Se han implementado estrategias para la recuperación nutricional de niños y niñas.
- Conflicto Armado: Se atiende a adolescentes desvinculados de grupos armados al margen de la ley y se trabaja en la prevención del reclutamiento.
- Riesgos Ambientales y Sociales: La entidad monitorea las Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo y coordina acciones ante riesgos de origen natural (como el Fenómeno de La Niña, que puede causar inundaciones) y riesgos antrópicos (como el desplazamiento forzado).
En resumen, la inversión en estas lanchas es una acción práctica y necesaria para territorializar la atención del ICBF, garantizando que los programas y servicios lleguen de manera oportuna a las comunidades del Baudó, una de las áreas más apartadas del departamento.

