La Administración pública en el departamento del Chocó debe recoger su reputación y fortalecerla

Por: Over Córdoba Rentería, Licenciado en Español y Literatura (Escritor).

Opinión || Hoy, cuando estamos próximos a la fiesta electoral en Colombia, es de suma importancia mirar a detalle las situaciones y personas que rodean a cada uno de los candidatos que ponen su nombre a consideración de la ciudadanía para ocupar los cargos en las diferentes dignidades administrativas, llámese Gobernación, Alcaldías, asambleas y concejos.

Particularmente, en el departamento del Chocó, la ruleta de candidatos está conformada por rostros muy conocidos, algunos cuestionados, otros no tanto, pero entre ellos están los próximos Gobernantes de nuestra tierra amada, ya es tarea de los electores valorar lo que desean para la región, si un cambio verdadero o seguir por la ruta del atraso y el saqueo.

Capítulo aparte, vale la pena decir, que el Chocó cuenta con instituciones valiosas que han ido recuperando camino en su gestión y administración, me abstengo de decir el nombre de la entidad que a mi parecer hoy ha recuperado la dignidad administrativa, y me duele no hacerlo. Una entidad que quiero, valoro y respeto, porque siento que cuenta con funcionarios comprometidos, capacitados y con deseo de impactar a las comunidades de manera positiva de acuerdo a sus objetivos misionales. Hace unos 5 años atrás era una entidad muy cuestionada, pero tiene al frente a un gran líder que ha querido darle un giro y mostrar que sí se puede administrar bien y que el Chocó tiene hijos que pueden gestionar bien los recursos que tienen a su cargo.

Entiendo que algunos líderes, oportunistas,  se quejen porque no se hace más con respecto a la minería ilegal y la deforestación, pero debemos comprender a las poblaciones marginadas que viven del barequeo y el corte de madera;  esta gente no tiene otra fuente de ingresos, por eso, difícilmente,  van a denunciar una mina que esté funcionado de manera ilegal o a una persona que tale los bosques sin los permisos requeridos  porque es la única fuente de ingresos que tienen; cuando la entidad  actúa, lo hace sabiendo que  son muchas las  familias desprotegidas a quienes la vida se les complica mucho más,  pero es la norma,  hay que cumplirla y hacerla cumplir además de estar siempre dispuestos a brindar el acompañamiento pertinente para que todas las acciones del hombre  que afecten el medio ambiente se hagan bajo la ley y con los requisitos solicitados para que permitan la sostenibilidad y el cuidado ambiental; es de aclarar, que  la gente pocas veces denuncia, sobre todo, porque muchas de esas situaciones ocurren lejos de los ojos de las autoridades.

Si se evalúan los resultados de esta entidad con respecto a otras del territorio, su posicionamiento administrativo es plausible porque está cerca a la ciudadanía y tiene personal capacitado en todas las áreas según sus responsabilidades administrativas y ambientales.

El llamado a la ciudadanía es a seguir acompañando los procesos de esta corporación para que cada día los resultados sean mucho mejores por el bienestar de toda una sociedad. Me enorgullece conocer de cerca los procesos de transformación positiva que ha logrado esta institución en el territorio Chocoano. Yo tengo en mi corazón el sentimiento del cuidado ambiental en el Chocó.

Por otro lado, debo decir que todas las entidades del Chocó funcional y estructuralmente han mejorado mucho, sin embargo, se han olvidado de llegar a las comunidades, a las personas, en el entendido que todas esas transformaciones tienen como finalidad impactar a los habitantes del territorio de manera positiva y deseable.

 La gente de a pie, se aleja de sus instituciones porque consideran que no sirven, pero debemos enviar un mensaje positivo; nuestras instituciones son buenas, los que no funcionan a veces, son los que las dirigen; recordemos que las personas no son las instituciones y por los actos individuales de un funcionario o ex-funcionario, no podemos crucificar a la entidad. Lo que debemos hacer, es poner a su cargo personas que entiendan que nuestras entidades están constituidas para llevarles bienestar a sus gentes, a los barrios, a las veredas, a los municipios, entre otras cosas.

La gobernación en sí no es mala, los malos han sido quienes la han administrado, igual pasa con las alcaldías, sobre todo porque la asamblea y los concejos dejaron de ser poderes de decisión independientes para convertirse en notarias del ejecutivo; las personería, es decir, quienes las administran, dejaron de vigilar el cumplimiento de los principios y derechos humanos que deben protegerse  con los recursos que la nación dispone para que las entidades lleguen a las poblaciones  con soluciones; la procuraduría dejó de ser rigurosa con alcaldías y gobernación en cuanto a los procesos de vigilancia y actuar disciplinario;  por tanto, debemos colegir, que si todas las entidades cumplieran con sus funciones a cabalidad, hoy el departamento del Chocó,  sería de los más desarrollados de Colombia; es mucha la plata que se ha perdido acá y todos los gobiernos nacionales salen frustrados porque dicen que con este departamento ha sido difícil. 

Claro que la nación tiene deudas con el Chocó, pero sus propios hijos le adeudan mucho más a su gente.

Esperemos pues que un día llegue la luz a alumbrar la oscuridad que el Chocó enfrenta con la violencia multimodal, pobreza creciente, desempleo alarmante, falta de empresas porque los emprendedores deben cerrar por falta de seguridad, y otro poco de arandelas que ya no caben en el tornillo de las dificultades.

Chocó mío, gente mía, pueblo mío.  Yo aquí hablando Carreta un rato.