La Universidad Tecnológica del Chocó – UTCH.

Por: Rufino Córdoba M.

Personalmente considero que el problema de la Universidad Tecnológica del Chocó y de muchas universidades públicas es que las han politizado, con esto no estoy diciendo que la universidad no debe formar estudiantes con vocación política, lo que no estoy de acuerdo es con la politiquería, en departamentos como el nuestro la universidad se ha convertido en un fortín politiquero, yo tuve la oportunidad de conocer al profesor Jesús Lozano, a Mesie Rivas Lara, el hoy magistrado Pacho Álvarez para citar unos pocos y esos eran profesores con una profunda vocación académica, que estimulaban en el estudiante esa búsqueda de la verdad, un pensamiento libre y crítico y una vocación creativa e innovadora.

Lamentablemente hoy, la universidad con más recursos y mayores avances tecnológicos no está creando esa vocación en sus estudiantes. Los profesores de cátedra obedecen más a criterios políticos que a una vocación académica, en algunos casos son docentes que ven más, es una oportunidad de ganarse unos pesos adicionales.

Generalmente la responsabilidad de garantizar a la sociedad los más altos requisitos de calidad y de realizar sus propósitos y objetivos, están es solo en cabeza del rector y resulta que el consejo superior de la universidad como máximo órgano de dirección y gobierno de la universidad no cumplen ese papel, toda la responsabilidad se la dejan es en cabeza del rector, yo creo que el gobernador debe cumplir un papel más protagónico como consejero, la gobernación debería ser un laboratorio de prácticas para los estudiantes de último semestre, establecer convenios con la universidad para que los estudiantes asesoren a las organizaciones sociales, a las juntas de acción comunal, a las entidades territoriales en la formulación de sus proyectos etc., otra pregunta que uno se hace es, que papel están jugando los consejeros del presidente y de la ministra de educación, vienen es viaticar o a aportar en el crecimiento de la universidad.

Los consejeros que coadministran con el rector, en algunos casos su función es más transaccional y terminan siendo unos mandaderos del rector, porque están es más interesados en cómo van en la repartición de la torta económica y burocrática, en algunos casos en la universidad laboran, el papá, la mamá y hasta los hijos.

En resumen, la responsabilidad de la buena gestión de la universidad no solo debe recaer en el rector, sino que, en todos sus actores, como son sus docentes, consejo superior, los estudiantes, las decanaturas, los funcionarios de la estructura administrativa, los sindicatos que deben ser más propositivos que reaccionarios, la sociedad civil que debe tener un papel de vigilancia en el cumplimiento de los objetivos misionales de la universidad. Yo amo la universidad más allá que no estudié en ella, porque es lo mejor que le ha pasado al departamento, a través de ella son muchos los padres de familia que han podido ver realizado los estudios de sus hijos. Sin la universidad en el Chocó, muchos estudiantes no hubieran visto realizados sus estudios profesionales porque hoy la educación superior es un artículo de lujo, los altos costos de las matrículas impiden que las personas de bajos recursos puedan acceder a la educación superior, la educación superior es un derecho fundamental.

Termino diciembre que, si la gestión de la universidad no la vemos con una visión sistémica y creernos que el único responsable de su gestión es el rector, cualquiera quien sea quién esté al frente de la universidad va a fracasar. Rufino Córdoba M.