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Opinión

PDET: un proceso que no se puede detener.

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PDET: un proceso que no se puede detener.

Por: Juan Carlos Zambrano Arciniegas – Exdirector Agencia de Renovación del Territorio, ART.

Por estos días de expectativas por las acciones del nuevo gobierno y los primeros pasos de los ministros, y cuando se habla de acabar con la polarización y se preconiza la “paz total”, resulta clave tener en cuenta la trascendencia de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET, en la transformación de las zonas rurales de Colombia, las más golpeadas por la violencia y la pobreza.

Esta herramienta, concebida en el Acuerdo de Paz, se desarrolla en 170 municipios donde habitan más de 6 millones de compatriotas. Desde hace cinco años se viene trabajando con las alcaldías, las gobernaciones, el sector privado, la academia, el nivel nacional y las comunidades, en una construcción conjunta y articulada de los PDET, y que hoy ya presenta resultados en el cierre de brechas en estas regiones.

Gracias a un trabajo conjunto, hoy se cuenta con 32.808 iniciativas determinadas con las comunidades en un ejercicio participativo que permite concebir mejores territorios en los próximos años. Están en ejecución proyectos por más de $13 billones – una inversión sin precedentes-. Es un proceso que no se puede detener.

Hablar de PDET es referirse al desarrollo territorial integral, la propiedad rural, infraestructura y adecuación de tierras, salud, educación rural y primera infancia, vivienda rural, agua potable y saneamiento básico, reactivación económica y planeación agropecuaria, derecho a la alimentación y reconciliación, convivencia y construcción de paz.

Se avanzó en la construcción técnica de las hojas de ruta que permiten saber cómo, estas iniciativas se materializan en proyectos, y así avanzar en la articulación de todos los esfuerzos de las diferentes entidades para lograr el desarrollo territorial. Lo anterior, aunado a la voluntad de los gobiernos territoriales, a través de sus ordenanzas y acuerdos, y el amparo constitucional, permite concluir que están dados todos los elementos para continuar ejecutando la implementación de esta política de largo plazo pues en los acuerdos, esa ejecución está prevista a 15 años.

Contar con una planeación rigurosa que incluye proyectos estructurados por las entidades nacionales y regionales, partiendo de las iniciativas comunitarias y el haber iniciado las ejecuciones de proyectos e irrigación de recursos a los territorios, permite ver cómo varios paradigmas cambian y se pasa de la teoría a la práctica.

Todo esto ya está ocurriendo en los territorios PDET. Este proceso, como es natural en cada cambio de Gobierno, nos puede llevar a tener ciertas incertidumbres, pero para el caso de la implementación de los PDET, no puede ser posible. Es el momento de un compromiso de todos, a partir de acciones del Gobierno Nacional y de los gobiernos territoriales, para acelerar a fondo en la focalización de recursos, de políticas y de facilidades para acelerar la implementación.

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